Las orquídeas tropicales se encuentran como su nombre lo indica en los trópicos y zonas con temperatura tropical de casi todo el mundo. Aunque hay muchas especies de orquídeas que se adaptan muy bien a las temperaturas templadas. Lo que más llama la atención de estas bellas flores es su apariencia y estructura. Algunas de las orquídeas tropicales se destacan por sus colores llamativos o formas raras, incluso de insectos. Dentro de las especies de orquídeas tropicales más conocidas tenemos a la Cattleya, Coelogyne, Cymbidium, Dendrobium, Encyclia, Epidendrum, Miltonia, Miltoniopsis, Odontoglossum, Oncidium, Paphiopedilum, Phalaenopsis, Pleione, Vanda, Vuylstekeara, Anacheilium, Anguloa, Bletilla, Brassia, Bulbophyllum, Cochleantes, Cymbidella, Gongora, Lycaste, Zygopetalum.
Las raíces de las orquídeas tropicales se han adaptado a este particular clima con mucho ingenio. Ya que la mayoría de las especies han desarrollado un sistema en sus raíces para combatir la sequia. Las especies de orquídeas que crecen en el suelo tienen tubérculos subterráneos donde guardan agua y nutrientes como reserva. Mientras que las que crecen en los arboles o sobre piedras tienen un tejido externo en sus raíces llamado velamen que las protege de la falta de agua. Sin dudas la parte más espectacular o llamativa de las orquídeas tropicales son sus flores. Estas están adaptadas a cada especie en particular, tienen dos pétalos laterales y un tercero que se llama labio. El labio se modifica para servir de receptáculo para el néctar y como señuelo para la polinización. De hecho existen especies de orquídeas tropicales que se especializan en la imitación de insectos particulares.