La melisa es una planta muy utilizada en la cocina, así como también para la elaboración de aceites aromáticos, cosméticos e infusiones de mezcla de hierba. Una de las ventajas es que plantar melisa ya sea en jardín o en maceta es muy sencillo y siempre se recomienda que optes por hacerlo para poder contar con esta planta siempre fresca y lista para usar. Lo primero que debes tener en cuenta es que puedes plantar melisa en cualquier suelo ya que tiene una adaptabilidad muy versátil, aunque lo cierto es que prefiere los suelos drenados, fértiles y permeables. Para que se desarrolle mejor, es mejor quitar toda la mala hierba que pueda crecer a su alrededor, así como también, quitar las raíces que se pudran durante el otoño.
Si bien es una planta que necesita luz, se adapta bien a los lugares con sombra, de hecho, las hojas de la planta suelen crecer mejor en aquellas zonas donde hay una sombra parcial. Por otro lado, es importante destacar que la melisa es una planta que no tiene problemas en tolerar sequía, y de hecho durante el invierno, es mejor espaciar los riegos. Más allá de que no necesite de un abonado especifico, algo que ayuda mucho al desarrollo de la melisa es una abonado de mineral anualmente, y si la plantas en tiesos, la tendrás fresca durante todo el año.