El Hibiscus sabdariffa o hibisco, como se lo conoce comúnmente es una planta de origen asiático, más específicamente del sureste del continente. A esta planta le gustan los climas subtropicales y tropicales, con temperaturas preferentemente cálidas, aunque se adapta sin problemas a las regiones templadas. El hibisco fue desde su zona de origen llevado a todo el mundo para usarlo como planta decorativa, alimenticia y también medicinal. El uso medicinal que se le da a la planta de hibisco es como antioxidante, ya que estimula el funcionamiento del riñón y del hígado, y además es excelente para hidratar la piel. En cuanto al uso alimentario de esta planta, de ella se extrae un jugo muy rico y que no tiene cafeína. También podemos agregar que sus flores son comestibles y que tienen mucha vitamina C.
En cuanto a su morfología el hibisco es una planta perenne que puede llegar en su adultez hasta los cinco metros de altura. La principal característica o atracción de esta planta son sus flores, en los que se destacan los cálices colorados, haciendo un hermoso contraste con sus hojas color verde oscuro. Como planta decorativa es muy usada, ya que la podremos colocar tanto en macetas como en tierra firme. Además el hibisco puede vivir tranquilamente bajo techo, por lo que es una planta muy versátil y resistente, solo deberás tener ciertos cuidados con la luz, temperatura y riego. Un dato muy interesante es que si vivimos en una zona con temperaturas agradables y constantes él hibisco florecerá todo el año. Mientras que si vivimos en zonas con marcado margen de temperatura solo lo hará en el verano.