Entro de los cuidados del ficus hay dos factores que debemos tener muy presente: la poda de la planta y las plagas que pueden amenazarla. En el primero de los casos, debemos decir que generalmente, la poda tiene como prioridad l formación de la planta, es decir, que le da forma y especialmente evita que crezca demasiado. Por lo general, cuando se realiza una poda en las ramas superiores del ficus, esto favorece a que la planta tenga un mayor crecimiento en su parte inferior y de esa manera sea mucho más frondosa. Otro punto importante en este sentido, es que como el ficus se reproduce mediante esquejes, puedes utilizar las ramas podadas para reproducir la planta en otro lugar del jardín o en macetas.
Un detalle que es muy importante es que una vez que el ficus es podado, segrega una sustancia que actúa como una suerte de cicatrizante natural, pero en el caso de que notes que el corte de la poda pueda infectarse, puedes ayudar colocándole un poco de ceniza para acelerar ese proceso de cicatrización. En el caso de las plagas, el ficus es una planta altamente resistente a ellas, pero las cochinillas o las arañas rojas son muy comunes para la planta. En cualquiera de los casos, asegúrate de colocar un plaguicida natural en el agua de riego en caso e que notes alguna de ellas, pulgones o algún tipo de hongo y bacteria.