Las hormigas rojas pertenecen a una especie que se caracteriza por ser muy activas y a la vez agresivas.
Las picaduras que producen pueden traer graves consecuencias debido a que inoculan un veneno que causa mucha irritación, y reacciones como nauseas y dolor.
Se caracterizan por tener un tamaño muy pequeño y son de color marrón rojizo.
Se concentran en colonias de aproximadamente 500.000 ejemplares, y construyen su hormiguero en suelos húmedos.
Se debe tener precaución cuando se camina en zonas en donde se encuentran agrupadas, y mejor no pisar el hormiguero.
Porque el ataque de esta especie es inmediato y en equipo, y sus picaduras provocan los síntomas antes descriptos.
Si las personas atacadas son alérgicas al veneno de las hormigas rojas, deben someterse de inmediato a un control médico.
El control de hormigas rojas no resulta muy fácil de realizar, debido a que es imposible acabar con ellas completamente, y sobre todo cuando habitan en áreas extensas.
Algunos de sus hormigueros pueden pasar desapercibidos al ojo humano y esto provoca una reproducción de las mismas.
Lo ideal sería eliminar a la reina porque con ésta al quedar viva hace que el resto sobreviva.
Los diferentes productos
Existen productos de control de hormigas rojas que se dividen en: control biológico, se trata de liberar ciertas moscas enemigas de las hormigas rojas.
El control químico se refiere al uso de insecticidas pero debe ser regulado para no contaminar el medio ambiente.
Es importante que el producto este aprobado por la entidad correspondiente de cada país, y se debe tener cautela en la administración del producto y cumplir en detalle las instrucciones adjuntas.
Existen remedios de origen casero para el control de las hormigas rojas.
El agua hirviendo es una alternativa que elimina el 60% de la colonia aproximadamente, hay otros métodos pero no son muy recomendables.
Hay cebos en gránulos que son llevados por las hormigas hacia el hormiguero, y en él éstas quedan eliminadas.
Dentro del control de hormigas rojas está el ecológico, se trata de utilizar plantas aromáticas que repelen a las hormigas.
El jugo de limón da resultado colocándolo en el tronco o en las ramas invadidas.
Otra sugerencia es trazar una hilera con sal por el camino que recorren, los hormigueros se pueden rociar con detergente o con agua jabonosa.
El tabaco macerado en agua por varios días elimina a las hormigas, hay trampas de adherencia que se realizan con miel, con resinas o vaselina.