Cuando uno piensa en cultivo de cannabis, sea indoor, outdoor, en maceta o en suelo, lo primero que hace es ir a un growshop y allí nos indican que lo primero es pensar en el sustrato. Sustrato. Esta palabra parece tan extraña que no hace más que alejarnos del concepto más importante simple y natural que necesita toda planta: un suelo vivo.

Y aparecen otras palabras como fertilizante, orgánico, biológico, minerales, micronutrientes, macronutrientes, aminoácidos, ácidos húmicos, PH, etc. Querer simular lo natural termina siendo tan complejo que o bien solo unos pocos muy bien preparados pueden replicarlo, como si fuera una planta en una estación aeroespacial de la NASA.

Incluso, cuando observamos lo que sucede con el modelo agroindustrial, supuestamente manejado por expertos, nos damos cuenta de sus consecuencias:

●  Aparece la necesidad de recurrir al uso de venenos y transgénicos.

●  Se ha reducido la calidad nutritiva de los alimentos (minerales y proteínas) en todo tipo de

cultivos.

●  Incremento de enfermedades no habituales, no solo en productores, sino también en su

descendencia y en poblaciones lindantes a las áreas de cultivo.

●  Contaminacion de acuiferos, rios y muerte repentina de miles de peces.

●  Presencia de venenos químicos en alimentos, no solo los de origen vegetal, incluso en

alimentos de origen animal que han sido alimentados con productos con químicos o alterados genéticamente.

Todo esto, sostenido desde una mentira, el paradigma de que es necesario el uso de venenos para producir alimentos y que el uso de transgénicos es la vía para paliar el hambre en el mundo. Claramente lo único que hemos logrado es degradar nuestra salud y nuestro medio ambiente, llenar obscenamente los bolsillos de unos pocos e incrementar la brecha nutricional: en el mundo hay alrededor de mil millones de personas con sobrepeso y obesidad, y más de mil quinientos millones de personas sufren de malnutrición. Cual es la verdadera enfermedad? La manera en que nosotros nos relacionamos con el suelo, que es un organismo vivo.

La FAO (organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura ) vio esto y definió el año 2015 como “El año internacional de los suelos”, bajo la premisa “suelos sanos para una vida sana” y estableció que:

●  Unos suelos sanos son la base para la producción de alimentos saludables.

●  Los suelos son el fundamento para la vegetación que se cultiva o gestiona para producir

alimentos, fibras, combustibles o productos medicinales.

●  Los suelos sostienen la biodiversidad del planeta y albergan una cuarta parte de la misma.

●  Los suelos ayudan a combatir y adaptarse al cambio climático por su papel clave en el ciclo del

carbono.

●  Los suelos almacenan y filtran agua mejorando nuestra resiliencia ante inundaciones y

sequías.

●  Los suelos son un recurso no renovable, su conservación es esencial para la seguridad

alimentaria y un futuro sostenible.

http://www.fao.org/soils-2015/about/key-messages/es/

En abril de 2018 resolvió que la salida al hambre en el mundo es con la agroecología. Esta no solo minimiza los costos de insumos y los riesgos de enfermedades, plagas y contaminación. Mantiene sano el ecosistema y genera trabajo para miles de pequeños productores.

Lady Eve Balfour, autora del libro “The Living Soil” vio esto mucho antes, cuando en 1943 definió que “La salud del suelo y la salud del hombre son inseparables”. La semana pasada se cumplieron 20 años de su muerte y aun su mensaje sigue haciendo eco en el aire pero aun sin enraizar.

Volviendo a tu idea de tener tu propio cultivo, te sugerimos volver a formular la pregunta “De qué manera puedo hacer mi cultivo de la manera más natural posible?” De ese modo tendrás plantas más sanas, productos más ricos y nutritivos, cogollos sin deficiencias, plantas resistentes y un menor costo, para tu bolsillo y para el planeta. Y por supuesto, es mucho más sencillo que intentar imitar la infinita complejidad de la naturaleza. Exitos en tu cultivo! Como dicen en Star Wars:

Que la naturaleza esté de tu lado!