Básicamente los bonsái se dividen en dos, los de exterior y los de interior, por lo que los de exterior son más difíciles de cuidar ya que necesitan más cuidados que los otros. En cuanto al mantenimiento de un bonsái este necesita de pocos cuidados, pero deben hacerse indefectiblemente cada cierto tiempo o cada vez que este lo necesite. Los bonsái de interior no pueden colocarse al sol directo, por lo que lo más recomendable seria colocarlos cerca de una ventana con finas cortinas para protegerlo. Al ser oriundos de climas tropicales o subtropicales estos árboles diminutos necesitan de más calor para no sufrir el frío del invierno, esto se lo podemos aportar con una luz fluorescente por un tiempo determinado por día.
Los bonsái de exterior son más resistentes que los de interior, pueden soportar perfectamente la exposición directa al sol. Lo que sí es muy importante es asesorarse bien sobre la clase de árbol que se trate para que se adapte bien a nuestro jardín y podamos brindarle el mejor cuidado, para mantenerlo fuerte y sano. Como vemos el mantenimiento de un bonsái no es algo que se pueda tomar a la ligera. Además de lo dicho debemos mantenerlo debidamente hidratado y limpiarle las hojas cada vez que lo amerite. Otro de los mantenimientos necesarios es la poda, esta se divide en tres. La poda de hojas y ramas, la poda de la corteza y la poda de raíces. Y por último no podemos dejar de nombrar al trasplante de maceta, este se hará una vez cada dos años aproximadamente.