Como sucede con cualquier planta, llega un momento en donde los cactus necesitan un cambio de maceta, especialmente porque estos crecen bastante, porque la raíces comienzan a sobresalir por el drenaje de la maceta o bien, porque el sustrato en el cual está colocado necesita un cambio; ten en cuenta que dependiendo de la especie del cactus, este cambio sería bueno hacerlo cada 2 años. Entonces, siempre que vayas a trasplantar un cactus hazlo a una maceta más grande, pero no exageres con el tamaño ya que en este caso, la humedad se acumularía poniendo en riesgo las raíces de la planta.
Las más recomendables son las macetas de plástico ya que retienen el agua muy bien y hay que regar menos, pero si prefieres las clásicas de barro entonces ten en cuenta que el agua suele filtrarse por las paredes de la misma. Otro detalle importante tiene que ver con el clima. Nunca se recomienda trasplantar un cactus en invierno ya que esto produce muchos daños a las raíces de la planta, por lo que debes elegir estaciones cálidas para hacerlo como la primavera o el verano. Por ultimo podemos decirte que siempre que decidas trasplantar un cactus, los riegos deben ser medidos, es decir, que no debes aportar agua en montones. Recién cuando comiences a notar que el cactus está creciendo nuevamente, allí deberás aumentar el riego.