Antes de decirte cómo hacer un jardín zen te diremos qué es y para qué sirve. Básicamente un jardín zen, es un sitio o espacio de contemplación y meditación en conjunción con la naturaleza. Se cree que su antigüedad es de más de trece siglos, por lo que se considera un arte milenario. Como todo arte detrás de estos jardines existe una filosofía que está basada en los principios del budismo. Estos representan al universo y son creados para inspirar tranquilidad y vitalidad, percibiendo la realidad de una manera correcta, con sus sensaciones, texturas y colores. Por lo que los jardines zen están hechos para ser mirados y meditar en ellos, y no para pasear como el resto de los jardines. Saber cómo hacer un jardín zen es una experiencia única, muy agradable y sumamente estética. Lo podremos hacer tanto en el exterior como en el interior de nuestro hogar y el tamaño que tengan no es para nada importante, solo los elementos que se usan.
Antes de hacer un jardín zen debemos tener en cuenta sus tres reglas básicas, estas son el espacio, la fluidez y la simplicidad. Los materiales que usaremos para saber cómo hacer un jardín zen son madera, arena, y piedras. Lo primero que debemos hacer es elegir el sitio donde lo colocaremos, esto debe ser lejos de lo niños y los animales, puesto que es un lugar hecho para meditar. Podemos usar un recipiente grande para usarlo como estanque enterrándolo en la tierra, alrededor de este le podemos colocar arena blanca, lo ideal es primero tamizar el arena para obtener una arena más fina y liviana. Otra de las maneras sobre cómo hacer un jardín zen es colocar en el centro del lugar una roca del tamaño que queramos y alrededor arena blanca o grama bien corta. En la arena podremos hacer trazos limpios y simples. Los diseños de estos jardines son ilimitados así que puedes ponerte a prueba y diseñar uno tu mismo.