La poda es una de las tareas más importantes para la vida de un árbol.
Se tiene que realizar con conocimiento y criterio, por este motivo veremos cuándo, cómo y cuanto se debe podar un árbol.
Las podas se realizan por tres motivos, uno es por la formación del árbol, que se realiza durante los primeros años luego de ser plantado.
La función de esta poda es la de lograr que sus ramas principales mantengan una estructura fuerte, bien distribuida y bien definida.
Esta poda otorga a la copa del árbol una forma pareja y prolija.
Para responder a la pregunta de ¿ cuándo, cómo y cuánto podar un árbol ?, comenzaremos a dar las respuestas.
Después de la poda de formación, sigue la de mantenimiento.
Esta poda, se hace una vez que el árbol ya está bien formado, esta tarea se ejecuta durante toda la vida de la especie.
En este trabajo se eliminan los elementos que no sirven para la vida del árbol, como por ejemplo, ramas quebradas, secas o rotas.
Como también aquellas que impiden el paso de las personas, las que tocan los cables, etc.
Esta es una de las razones de cómo y cuanto, se poda un árbol.
Los diferentes tipos de poda
Dentro de cómo podar un árbol podemos mencionar la poda Topiaria, es aquella que mantiene las copas de los arboles en forma simétrica, de esta manera un conjunto de especies lucen perfectas.
En algunos casos excepcionales se puede aplicar una poda fuera de época si es necesario y según el criterio del especialista.
Dentro de la pregunta ¿ cuándo, cómo y cuánto podar un árbol ? que nos lleva a resolver este tema, veremos cuando es mejor practicarla.
La época de invierno es la adecuada, sobre todo en los finales del mismo.
El primer motivo es que en esta época se ve mejor el estado de las ramas, y de esta manera se sabe cuáles son las que se deben podar.
Como en la temporada de primavera y verano las hojas crecen con fuerza, está contraindicada la poda, porque eliminaría las hojas y se produciría la posterior desvitalización del árbol que perdería mucha savia.
Y con respecto a cuánto debe podarse un árbol, podríamos aplicar el sentido de eliminar el crecimiento inadecuado de las ramas.
Controlando su estructura para darle la fuerza necesaria para que la especie pueda soportar el peso de sus hojas, de sus flores y de sus frutos.