La Howea Forsteriana, palma del paraíso o kentia es una palmera o palma que pertenece a la familia de las Arecaceae, su origen se centra en Oceanía, más precisamente en la isla Lord Howe. Esta planta tiene algunas particularidades, pero la que más se destaca en ella es que es una planta que se siente muy a gusto en el interior del hogar, con poca sombra. Además de ser muy resistente como la mayoría de las palmeras, es una planta extremadamente decorativa y muy estética, que si la colocamos en maceta podemos regular su crecimiento. Dentro de los principales cuidados de la kentia la luz es algo muy importante en ella. Aunque puede crecer y sobrevivir en sitios de penumbra esta planta se desarrollara mucho mejor en lugares con mucha luz. A la kentia nunca debemos colocarla al sol de manera directa ya que no los resistirá. Además es una planta que es muy sensible a los cambios de iluminación, por lo que si queremos pasarla de un lugar con mucha luz a otro de penumbra o viceversa lo debemos hacer paulatinamente. Otro de los cuidados de la kentia es con respecto al riego, al igual que muchas palmeras esta planta soporta mejor la sequia que el exceso de agua.
En el otoño e invierno debemos hacer el riego cada diez días aproximadamente o menos tiempo si es que lo necesita. En cambio en el verano que es la época donde esta crece más rápidamente debemos hacerlo mucho más seguido. Otro de los cuidados de la kentia es con respecto a la temperatura, la temperatura ideal para esta bella planta es de unos 24°C de promedio, pero puede crecer bien entre 18°C y 26°C. Algo que debemos tener muy en cuenta es que la kentia no soporta las corrientes de aire, por lo que lo mejor es no colocarla cerca de una puerta o una ventana abierta. Otro de los cuidados de la kentia es con respecto a las plagas y enfermedades que pueden tener. La plaga más común de esta planta es la araña roja, que se produce por altas temperaturas y falta de humedad en el ambiente. Para evitar esto podemos usar un rociador con agua tibia en sus hojas, esto ayudara a la planta a crecer mejor y que esta plaga no prospere. En cuanto a las enfermedades estas se asocian generalmente a las raíces, y esto se debe al exceso en el riego. Lo más aconsejable es regarla solo cuando lo necesita, para evitar la proliferación de hongos de la humedad en sus raíces.