La margarita es una bellísima planta que se usa en los hogares para fines decorativos, dándonos color, alegría, frescura y armonía. Estas flores llegan a medir entre 25 y 70 centímetros en su adultez, lo que las hace de un tamaño ideal para colocar tanto en tierra firme como en macetas y jardineras. Lo que más se destaca de estas flores es su mantenimiento que es muy simple y sencillo. Dentro de los cuidados de la margarita tenemos al riego, la temperatura, el abonado, la luz solar y humedad, entre otros. La temperatura ideal que necesitan estas flores es templada, o sea entre 15° y 25° centígrados, aunque algunas pueden adaptarse a temperaturas aun menores. La tierra donde las tenemos debe tener buen drenaje ser rica en materia orgánica, ya que con agua estancada esta flor termina ahogándose. En la primavera cuando hace su floración y mayor gasto de energía es cuando debemos darle un suplemento vitamínico o fertilizante, para que no pierda fuerza y le salgan mas brotes.
Otro de los cuidados de la margarita es la cantidad de luz solar que requieren, estas flores necesitan de mucho sol y luz para crecer con más fuerza. Las margaritas pueden estar bajo el sol directamente sin ningún inconveniente, lo que las hace ideales para esos sitios del hogar con mucho sol. Otro de los cuidados de la margarita es en cuanto a su riego, este debe darse cada diez días en el invierno y dos o tres veces por semana en el verano. Es muy importante recordar que la tierra tenga un buen drenaje para evitar estancamientos, lo cual terminaría por matar a la planta. Por lo general la margarita florece desde el principio de la primavera hasta el comienzo del invierno, o sea durante seis meses al año. Dentro de los cuidados de la margarita debemos recordar que a ellas les encanta el sol, por lo que colocarlas en un sitio con sombra las perjudicara.