La rúcula es una de las preferidas a la hora de cocinar, y especialmente a la hora de hacer una ensalada, y no hay nada mejor que cosecharla fresca de nuestro jardín. Puedes cultivar rúcula usando semillas, ya sea en épocas de invierno o primavera; ten en cuenta que esta planta se resiembra por sí misma, por lo que puedes juntar todas las semillas para seguir cultivándola en el futuro. Es importante que coloques el cultivo en una zona que reciba bastante sol en el jardín, ya que necesita bastante sol para poder desarrollarse, y las semillas deben plantarse a una profundad de 0,3cm separándolas entre sí a 2,5cm. En cuanto al riego, es importante que sea frecuenta pero sin que te excedas. La mejor manera de tener una cosecha abundante es sembrando desde que comienza la primavera hasta el otoño, espaciando las siembras entre 20 días cada una.
En cuanto a la cosecha la misma debe hacerse antes de que la planta desarrolle el tallo floral, teniendo en cuenta que las plantas deben tener al menos unos 8 cm y siempre cortándolas sobre el nivel del suelo. Por último es importante que sepas por lo general, las plantas que son cultivadas en invierno suelen ser más amargas que las cultivadas en primavera.