La hiedra o yedra es una de las plantas más difundidas y populares que existen. Además el cultivo de la hiedra tiene ciertas ventajas que otras plantas no poseen. Son muy fáciles de plantar y mantener y no nos dan casi ningún problema. De hecho la hiedra necesita de poco mantenimiento, de poco sol, previene la erosión, puede plantarse en pendientes muy inclinadas. Además en el cultivo de la hiedra, esta se usa para que tape paredes o enrejados y hacer como si fuera una pared verde. Lo primero que tenemos que hacer para hacer el cultivo de la hiedra es elegir la especie a plantar. Lo bueno de esta planta es que crecerá en casi cualquier sitio que la cultives, ya sean sitios con sombra profunda o a pleno sol. La especie más difundida en la Hedera Héliz o hiedra inglesa, también tenemos a la hiedra Algerana y la Hedera Canariensis. El segundo paso en el cultivo de la hiedra es seleccionar o elegir donde la plantaremos. Al ser una planta que no tiene requerimientos de sol o sombra te recomendamos que la coloques en esa de tu jardín que no crece nada.
También, y es muy común que se haga, usarla para que tapen paredes, rejas o como cerco vivo. El tercer paso en el cultivo de la hiedra es que la reguemos mucho, ya que esta planta se caracteriza por crecer mejor en suelos muy húmedos. Un consejo importante para plantar hiedras es que los agujeros deben tener 30 centímetros de diámetro por 15 de profundidad. Otro consejo importante en el cultivo de la hiedra es que el suelo que prefieren estas plantas es el arcilloso y orgánico. Además te aconsejamos que no uses por al menos 90 días fertilizante, lo mejor es hacerlo una vez en primavera y otra en verano. Ten en cuenta que para el cultivo de la hiedra debes ir guiando a esta planta, no nos olvidemos que es un arbusto trepador, por lo que lo mejor es orientarla hacia donde queramos. Otra recomendación que podemos hacerte es que en el invierno es mejor suprimir los riegos, para no encharcar el agua. Y también ten en cuenta que las temperaturas mayores a 30° centígrados y un ambiente seco favorece la aparición de arañas rojas y cochinillas, una plaga que es preferible evitar.