La Leptinotarsa decemlineata, también conocida como doríforas o escarabajo de la patata es un coleóptero de las familia de los crisomélidos. Estos particulares insectos se diseminan por casi todo el mundo y los podemos ver en los cultivos de patatas o papas y en sus lugares de almacenaje. Las doríforas son una plaga muy voraz que mide alrededor de un centímetro y se caracteriza por su color amarillento con rayas negras bien definidas. Las doríforas son una plaga de la patata pero no solo atacan a estas sino también a los tomates y las plantas de berenjena. Se caracterizan por su apetito voraz y tanto las larvas y los ejemplares adultos pueden literalmente comerse la planta completamente. Su método de control en los cultivos es con insecticidas, los cuales deben ser más fuertes año a año. Ya que las doríforas se caracterizan por su resistencia y adaptación a los químicos tóxicos, llegando a adaptarse en poco tiempo a estos insecticidas.
Otra de las particularidades de las doríforas es lo fácil y rápido en la que se reproducen. Esto es una adaptación natural que han sufrido gracias a sus predadores naturales, ya que cuantos más sean la especie seguirá sobreviviendo. Por lo que es muy difícil llegar a erradicar toda una colonia de estos pequeños insectos. El daño que producen las doríforas a las papas o patatas son realmente devastadores, llegando a perder el 70% del cultivo en los peores casos. Ya que se comen las hojas, las ramas y solo dejan un tallo pequeño, lo que está por debajo de la tierra no lo comen, por ende la planta en lugar de seguir alimentando al tubérculo debe preocuparse por hacer crecer nuevas hojas. Además cuando llega el invierno este pequeño escarabajo se entierra en el suelo y sale en la primavera con los primeros calores.