Existen 700 especies diferentes de filodendro y si bien algunas de ellas únicamente crecen en zonas y climas tropicales la mayoría de ellas se adapta sin ningún problema a los climas un poco más secos y frios y de hecho son muy comunes como plantas de interior. También es común encontrarlas en los jardines. Es decir que el filodendro es una de las plantas toxicas más comunes de encontrar en un jardín. Es importante que se tenga cuidado especialmente si hay niños y mascotas en casa ya que el Filodendro contiene oxalato de calcio tanto en las raíces como en sus tallos y hojas.
Esta sustancia produce una grave irritación en la boca y los labios y puede derivar en un dolor estomacal agudo. También cuando se ingiere es común la afonía, ya que irrita considerablemente la garganta y en caso de ingestión en grandes cantidades, el Filodendro puede producir convulsiones y desvanecimiento. En casos mucho más graves de sobredosis, puede ocasionar la muerte. De todos modos, la consecuencia más común al ingerir esta planta es la insuficiencia renal crónica.