Dentro de todos los comestibles que podemos sembrar en el jardín, la lechuga es uno de los más elegidos, y si bien no es una tarea muy difícil la de cultivar lechuga en el jardín de casa, hay que tener varios detalles en cuenta para que el cultivo sea un éxito. Por ejemplo, la temperatura es un factor fundamental, y en este caso se trata de un vegetal que prefiere climas cálidos, entre los 15°C y 18°C, por eso la época ideal para plantarla es en primavera o verano. Es importante destacar que la lechuga es una planta que necesita mucha agua, ya que no soporta la sequía; no obstante como siempre recomendamos, hay que tener mucho cuidado con los encharcamientos, lo ideal es mantener la superficie de la tierra seca y regar en su interior. Durante la primera semana, lo ideal es regar a diario y una vez pasada ésta, los riegos deben limitarse a 3 veces por semana.
Generalmente a partir de los dos meses siguientes a la siembra, ya se podría cosechar sin ningún problema; debes fijarte siempre en el cogollo apretándolo suavemente con las manos. Siempre que la vayas a cosechar, debes cortarla por la base, al ras del suelo y nunca riegues antes de su recolección. Por último, ten en cuenta que la lechuga no dura más de 10 días, por lo que debes consumirla enseguida.