Uno de los problemas más comunes que nos encontramos en cualquier jardín y en especial en aquellos con cultivos específicos son las malas hierbas, y lo cierto es que no existe una sola especie de éstas, sino que por el contrario, muchas plantas o hierbas que pueden parecer inofensivas, terminan cumpliendo este rol. Ten en cuenta que las malas hierbas le quietan los recursos de la tierra y el agua al resto de los cultivos, por eso resulta de vital importancia deshacerse de ellas en el momento en que aparecen. Uno de los ejemplos más claros que podemos citar, es que dentro de los cultivos de campo, uno de los que son más propensos a convertirse en una mala hierba es el trigo, especialmente si se encuentra en un campo en donde también hay cultivos de cebolla.
Otro punto importante que no puede dejarse de lado, es que la cantidad de la especie que se considera como mala hierba, influye muchísimo para que sea considerada como tal. Es decir, por lo general, debe haber una cantidad considerable de una mala hierba para que ésta produzca un daño irreversible al resto de los cultivos. Es por esta razón que se debe impedir que la misma se reproduzca, y esto se hace arrancándola de raíz.