Aunque muchos no lo sepan existen miles de especies diferentes de orquídeas, las cuales se clasifican en tres grandes grupos, las semi-terrestres, las terrestres y las epífitas. Todas y cada una de ellas tienen características diferentes, la cantidad de luz que necesitan, la humedad, el sustrato o mantillo, la fijación y el riego. De hecho una de las cosas más importantes para que estas crezcan es el sustrato, suelo o mantillo para orquídeas. Ya que si no le colocamos el indicado lo más probable es que esta se debilite, se enferme y termine muriendo. Como dijimos según la especies el sustrato o mantillo para orquídeas lo cambiaremos. Por ejemplo para algunas orquídeas epífitas por lo general en su hábitat natural se compone de una mezcla de carbón vegetal, helecho arbóreo y otras sustancias. Pero como el helecho arbóreo es una planta con peligro de extinción y por ende protegida lo sustituiremos por otro material orgánico.
Por lo general un buen mantillo para orquídeas se compone de dos o tres materiales. Estos cambiaran según la especie y las necesidades de cada orquídea en particular. Pero te podemos decir que por lo general en el mantillo para orquídeas se usa y bastante la turba de musgo, ya que este material orgánico tiene la capacidad de retener humedad. Otro de los elementos que se usan para un buen sustrato es el humus, porque aportan muchos nutrientes. La corteza de árbol es otro de los materiales que se usan como mantillo para orquídeas. El carbón vegetal es otro de los elementos que se usa como sustrato. Por ejemplo para un mantillo de una especie en particular de orquídeas se mezclan ¾ partes de corteza cortadas con ¼ de turba de musgo. Por ello es que antes de llevar una orquídea a tu hogar elígela y aprende de sus necesidades, para que la puedas disfrutar durante mucho tiempo.