El aloe vera es una planta que no tiene necesidades muy exigentes en cuanto a los riegos, pero es importante que conozcas algunas pautas específicas respecto a ello. Primeramente, el exceso en el riego del aloe vera produce que sus raíces se pudran, por eso es importante que, si tienes las plantas en macetas, te asegures que tengan un buen drenaje para que el agua no se estanque. En el caso de que tengas las plantas en el exterior y en condiciones normales de lluvias, no es necesario que riegues el aloe vera ya que con las lluvias es suficiente, claro que si no llueve o si el clima atraviesa una sequía, entonces deberás regarlo cuando la tierra esté seca. Lo ideal es regar 2 veces por semana en verano y cada 10 días en invierno.
En el caso de que tengas las plantas de aloe en el interior de tu casa, debes tener en cuenta que la humedad ambiental es muy diferente así como también la luz, por eso debes tener cuidado con ambos factores. Lo ideal es colocar la maceta junto a una ventana en donde pueda recibir buena luz del sol. En cuanto al riego del aloe vera en el interior, lo mejor es siempre usar agua de lluvia o bien, dejar reposar el agua de la canilla, ya que ésta tiene altos contenidos de cloro, lo cual puede formar manchas en las hojas de la planta.