Germinacion de semillas de arboles

En esta oportunidad, explicaremos el proceso de la germinación de semillas de árboles, pero antes sería bueno dar un repaso de lo que significa sembrar una semilla de la manera más común. Toda semilla, se puede mantener al menos algunos meses en estado latente, es decir, sin actividad ni cambios pero viva. Hasta el momento, en que las condiciones del medio, se hacen favorables para que pueda germinar, es decir, en otras palabras crecer y convertirse en una planta adulta. Después de la fecundación, el óvulo se transforma en semilla y por lo general, el ovario se convierte en fruto, en el interior de la semilla, se encuentra el embrión vegetal que ya es una pequeña planta, por eso aunque las semillas parezcan algo inanimado, son seres vivos.

Ese embrión está formado por talluelo, hojuelas y radícula. El albumen, lo nutre y cuando la semilla es dicotiledónea, es decir que posee dos cotiledones, se almacena dentro de estos. Todas las semillas poseen una piel llamada tegumento que protege al embrión vegetal y a los cotiledones.

Sembrar una semilla, es la manera más común de obtener una nueva planta. Pero no es la única, porque los vegetales, se pueden multiplicar de otros modos. El proceso de germinación de semillas de árboles, es cuando la semilla comienza a germinar cuando se haya en condiciones ambientales adecuadas. Algunas de estas condiciones, son imprescindibles como en el caso del agua, sin agua ninguna semilla logra germinar porque el agua disuelve el albumen y permite que el embrión lo absorba y se nutra, en cambio todas las semillas germinan en la oscuridad, no necesitan de luz para hacerlo como las plantas adultas, porque no realizan fotosíntesis. Durante el proceso de germinación de semillas de árboles, la luz solo es necesaria para que se forme la clorofila y las hojas crezcan de color verde. Hay grandes cambios en este proceso. Al absorber agua, la semilla aumenta de tamaño y el tegumento se rompe, es cuando aparece la radícula que crece hacia abajo y comienza a ramificarse.

Luego se desarrolla esta vez hacia arriba, el talluelo que en su extremo, lleva las hojuelas, entre estas, se ubica la gémula que dará origen a las demás hojas de la planta y cuando los cotiledones se marchitan (señal de que el albumen se agotó) la pequeña planta comienza a hacer fotosíntesis. Ese es el momento en el que necesita la luz. Si hablamos del proceso de germinación de semillas de árboles es indefectible hablar de la reproducción sin semillas. Lo que sucede es que no siempre hace falta sembrar semillas para multiplicar plantas, pues muchas de ellas pueden lograrlo sin que intervengan los sexos. En la llamada reproducción asexual o vegetativa. Las plantas así multiplicadas son clones de la planta madre, por ejemplo: Algunas se reproducen por un gajo, es decir, un trozo de tallo con al menos una hoja y un brote o yema axilar. A partir de ese trozo de tallo, se generan raíces que fijan la planta al suelo y comienzan a absorber el agua. Los tallos modificados, como por ejemplo los bulbos son ideales para obtener plantas por reproducción vegetativa. Como vimos existen diferentes clases de germinación de semillas de arboles.

Diferentes procesos de germinación

Las plantas, desparraman sus semillas en busca de un lugar para que crezcan. Esa siembra natural se llama dispersión y ese es otro proceso de germinación de semillas de árbol. Gracias a ella, las semillas viajan muchas veces varios kilómetros, muy lejos de la planta madre y a veces son trasladadas por los animales, prendidas de la piel o inclusive dentro de su aparato digestivo, después de ser comidas al salir con las deyecciones, el estiércol las abona. Otras veces, son arrastradas por el agua y por al aire, esto último gracias a saliencias como plumas, por ejemplo: el vilano o panadero o prolongaciones membranosas que las ayudan a volar, por ejemplo, las semillas de tipa.

Una vez que el proceso de germinación de semillas de árboles, comenzó sus etapas, aparecen las raíces que son órganos que son los que se encargan de fijar la planta al suelo y de absorber el agua que es uno de los elementos indispensables para la fotosíntesis. Aunque no se noten a simple vista, las raíces poseen varias partes. En el extremo está la caliptra o cofia, esta protege la zona de crecimiento, que produce el alargamiento de la raíces.