Poda de la vid
Es bueno saber que la poda de la vid es de mucha importancia para esta planta, ya que permite que crezca mejor su calidad de uvas. El momento propicio para realizar la poda de la vid, es cuando esta planta esta en el período de ralentización, que eso sucede en invierno. Para realizar la poda de la vid, primeramente se deben quitar todas las ramas que ya hayan dado sus frutos, ya que las mismas no lo harán de nuevo, también se deben quitar las ramificaciones amarronadas y los sarmientos que no sean fértiles. Es recomendable retirar primeramente los sarmientos verticales sobre los horizontales, que no son tan vigorosos. Es muy importante poder saber como se hace la poda de la vid, para resguardar su fertilidad. Hay que saber que si una vid es poco fértil se le debe hacer un poda larga, dejándole cuatro o más yemas en cada sarmiento; en cambio si a la vid fértil, se le hace una poda corta, o sea se le deja dos yemas por sarmiento.
Así se evitará una cepa débil y se consigue una menor productividad. La vid o parra son sinónimos como muchos ya saben, entonces el ciclo vital de esta planta es claro y sus tareas muy rítmicas, eso quiere decir que la poda de la vid tendrá que ser hecha en momentos precisos. Por ejemplo hay que aprovechar el invierno como el momento acertado para podarla, ya que la planta se encuentra en puro reposo vegetativo.
En la mitad del invierno, o sea a fines de Julio o mediados de agosto, (los meses serán según el lugar de cada continente en que se encuentre esta planta), es cuando se realizará la primera poda de la vid, la que se le llama sarmentación. Estos palos se cortan y luego se sacan de los viñedos, y quedará la planta lista una vez que se hayan atado los troncos que han quedado, a las guías de alambre para el próximo crecimiento. Antes de la segunda poda de la vid, se realizará el desmalezado de la base de la parra, y se le amontona tierra a su alrededor, para que las heladas no dañen la planta y pueda seguir su existencia. La próxima poda de la vid es el ciclo del despunte, que se hará en primavera. Se trata de quitar algunas ramas para fortalecer a las otras; este trabajo es mejor que lo hagan podadores expertos, pues sino se peligra que dejen ramas sin brotes o sin yemas.
Poda de la vid y sus yemas ¿Cómo hacerla?
La poda de la vid, como vimos, consiste en tres pasos de poda o desmoche, y ahora podemos ver un poco sobre la denominación de las yemas. Según en qué lugar del sarmiento que estén ubicadas estas yemas, tienen diferentes nombres. Están las que se llaman Francas; son las yemas primordiales que se encuentran a lo largo del sarmiento que está ubicado sobre el cargador o pitón del pasado año. Se dice que es la primera yema franca la que está separada de la base por un entrenudo de unos 5 mm de longitud, y se descartan las casqueras. Cuando se estima la carga de poda de la vid, las yemas francas son las que se deben tener en cuenta. Las casqueras están en grupos y forman como un collar o anillo. Son más chicas que las francas, y están ubicadas próximas a la unión entre el sarmiento con la madera de dos años en adelante.
La primera yema franca del sarmiento, se le llama bourillon, es la que está más cerca de su base, comúnmente es de menor tamaño que las otras, y también según la variedad, puede ser menor su fertilidad. A las yemas casqueras que esté mejor formada, se la llama ciega, según las variedades de plantas la fertilidad de la misma, puede ser baja o media. Las yemas que fueron formadas años atrás, son las yemas de la madera vieja; comúnmente pueden ser latentes o también las casqueras o las que no fueron brotadas en el momento justo, y que durante más de un ciclo vegetativo, estuvieron durmientes. Y no son visibles por que fueron quedando cubiertas durante varios años por las capas de corteza. Si estuvieran en condiciones normales muy pocas veces brotan, por que en ocasiones llegan a ser fértiles y son las que forman brotes, llamados chupones. El nivel de fertilidad, para cada tipo de yema es diferente. La definición de poda de la vid consiste en eliminar de partes vivas de la planta como, brazos, sarmientos, partes herbáceas, partes del tronco, etc.
Para poder cambiar el crecimiento natural de la cepa, para adaptarla a las necesidades del viticultor. La vid se caracteriza, por ser una liana con forma de arbusto trepador, y con sarmientos con predisposición a crecer continuamente. Si creciera en un medio ambiente natural y libremente, obtiene un desarrollo vegetativo excesivo, y cada año se aleja más los brazos del tronco. De esta manera la vid toma dimensiones y formas muy grandes y enmarañadas. Las yemas que están en el extremo de los sarmientos son las que primero se desarrollan, por esta mejor alimentadas y formadas. Son abundantes los pámpanos, pero tienen muy poco vigor, y la producción vegetativa no tiene relación respecto a la productividad de frutos, y no es constante cada año. Los racimos son de tamaños reducidos y muy abundantes. Producen bayas de maduración insuficientes y pequeñas, de baja calidad y retrasadas. Todos estos inconvenientes es el comportamiento que provoca si no se practica una buena poda de la vid.