Riego y drenaje

En el riego y drenaje, el riego es la cantidad de agua que se aplica al suelo. Esta cantidad de agua que se le aplica al suelo, se coloca para hacer la composición de la falta de precipitaciones. La cantidad de riego que se le aplique a un suelo, depende completamente de la cantidad de precipitaciones que este reciba, ya que la lluvia es un factor que nosotros no podremos controlar. Lo único que podemos hacer para controlarlas, es solamente hacer que no afecten a nuestro cultivo, con la constitución de un invernadero. Pero cuando se trata de riego y drenaje, la aplicación de más cantidad de precipitaciones es imposible. Por esta razón, nosotros podremos evaluar que cantidad de riego es la que se necesita específicamente para nuestra superficie o cultivo.

Por lo general, el riego se efectúe una forma periódica, y se hace dependiendo de la capacidad que posee nuestro suelo de poder retener el agua que se le haya aplicado. Por esta razón, en el riego y drenaje, cuando se efectúa un riego, la cantidad de agua que se es aplicada en el suelo, se hace de una forma muy veloz, y en la mayoría de los casos se efectúa un mínimo exceso de la misma. Se aplica más agua de la necesaria, porque así se alcanza la capacidad del campo. Esta agua que sobra, y que se aplico de más, debe ser eliminada, y es de suma importancia que esa tarea se efectúe. El riego y drenaje son dos tareas que van completamente de la mano. Una vez aplicado el riego, se debe comenzar con el drenaje. Y es de suma importancia que se efectúe el drenaje, ya que esa agua sobrante, si se acumula en grandes cantidades, va a generar un gran problema en la superficie del campo, las plantas se ahogara, y la aireación de las raíces no se podrá efectuar, dando como resultado la muerte del cultivo.

Una vez efectuado el riego y drenaje, el drenaje se basa en una tarea que tiene como fin el eliminar toda el agua que sobro del riego o de las lluvias, si fueron muy intensas, para poder controlar la capa freática, ya que si eso no se hace, el agua se cumularía en la superficie con la consiguiente elevación de la capa freática. En la mayoría de los casos de riego y drenaje, todos los terrenos disponen de un buen sistema de drenaje interno, pero por si alguna razón esto no sucede, o no se da de la manera que nosotros esperamos, se puede implementar el uso de una red de drenaje interno, para así poder eliminar todos los excesos y sobrantes de agua que no se necesitan en el suelo.

Cuando nos referimos a riego y drenaje, la necesidad de drenaje que se necesite se va a ir aumentando si se trata de superficies con un suelo con características Salinas o con utilización de aguas salinas. Si presentamos unos de los casos donde el suelo presenta las características de salinidad, será indispensable la utilización de una dosis suplementaria de riego para hacer el lavado de la superficie. Con la cual, vamos a ver el incremento en las necesidad de drenaje del suelo. Ahora, si el caso de riego y drenaje se trata de aguas salinas, cuando se efectúe la evaporación del agua, el vapor se elevara y dejara a lo largo de toda la superficie del terreno un resto de sales, que eran aquellas que estaban disueltas junto con el agua.

Y cuando esto ocurra, la cantidad de riego que le deberemos aplicar será mayor, para volver a disolver las sales que quedaron como residuo. Podemos dejar muy claro que el riego y drenaje son dos factores que se encuentran completamente ligados y relacionados entre sí, siendo uno una consecuencia del otro, y necesitando uno al otro para poder efectuar su fin.